La historia se remonta diez años atrás. Michelle, nuestra diseñadora, que trabajaba principalmente con materiales como la plata 925 o el latón, buscaba un material puro, un material resistente, un material que le permitiera dar vida a su creatividad sin límites. Descubrió el acero 316L, un material que entonces se utilizaba para fabricar instrumentos quirúrgicos. Este material no sólo es resistente a la oxidación gracias a una alta dosis de cromo en su composición, sino que también es totalmente reciclable e hipoalergénico.