Michelle es una diseñadora de muchas inspiraciones, pero es en el corazón de París, la vibrante ciudad donde creció, donde diseña las joyas ZAG. Destaca en la mezcla de géneros, transportándonos al encuentro de Oriente y Occidente, a los confines de paraísos perdidos donde los colgantes Soleil son talismanes, las piedras protectoras gris-gris y las coloridas criollas un seductor activo que ilumina el rostro.